MIS PRÁCTICAS EN EL VHIR
En este post narraré una muy breve experiencia
personal que me agradó bastante y
que sin duda me gustaría compartirlo.
El día 3 de abril del
2013, empecé el primer día de prácticas de las FCT (del grado medio que hice).
Así pues, estrené convenio acordado por mi parte, mi instituto (Escola del
Treball) y la Coordinación del VHIR que serían alrededor de 6 meses de
formación práctica.
El VHIR,
es un instituto de recerca ubicado
en el recinto del hospital Vall d’Hebron de Barcelona, cuya misión es la investigación de nuevos fármacos para varias enfermedades que se estudian allí y
conocerlas mas profundamente. Esta gestionado por dos edificios (yo estaba en
el Mediterránea), y en cada uno de ellos hay varias plantas, subterráneo
incluido repletas de salas y laboratorios.
En el edificio Mediterránea,
encontraremos varios gabinetes con diversas líneas de investigación:
Enfermedades digestivas, Nefrología, Unidad de enfermedades infecciosas, una
amplia variedad de servicios dedicados a oncología, Patologías cardiovasculares…
Todas estas áreas están conectadas mediantes pasillos y “salas comunes”(además
disponía de muchos equipamientos como la UAT , estabulario…)
Pues bien, yo
trabajaba en la sección de Enfermedades
Neurovasculares, dirigida por Joan Muntaner y dedicada a todo tipo de enfermedades como el
Alzheimer, y la investigación del ictus
y su prevención.
Las primeras semanas,
tenía que seguir unas pautas fijadas por “mi jefa” del VHIR: La acompañaba
donde yo tenía que recoger muestras, visitaba a los pacientes y les hacía
análisis, preparábamos reactivos, inoculábamos muestras, registrábamos en una
base de datos… Y así hasta que a la 3a
semana fui capaz de hacer la mayoría de las tareas completamente autónomo.
De manera que a
partir del primer mes, mis faenas iban a ser mas rutinarias, y cada vez mas
ordenadas ahora un ejemplo del día a día:
1.
Llegaba al
edificio, sacaba de la máquina expendedora una bata talla S o M (según su
disponibilidad y con una tarjeta electrónica acreditada)
2.
Llegaba a uno
de los 3 laboratorios, por ejemplo el 119, llenaba con agua destilada una garrafa,
y ordenaba los utensilios que se hayan podido quedar en el fregadero.
3.
A las 3:30,
salía en dirección a los Serveis Clínics, para recoger muestras de sangre de
pacientes con ictus (cada dos horas y si se hubiesen dado casos ese mismo día)
y los anotaba en un registro los datos de los tubos. Acto seguido se centrifugaban
durante un cuarto de hora, y los pipeteaba en capsulas.
4.
Después
empezaba a preparar productos químicos según unos procedimientos bajo una
estricta protección obligatoria a todo el personal.
5.
Inoculaba
muestras de saliva de varios pacientes con enfermedad de Alzheimer y las almacenaba
en unos supercongeladores de temperatura extremamente baja.
6.
De vez en
cuando, iba a las urgencias del hospital Vall Hebron o a las habitaciones a
extraer muestras a posibles pacientes con probabilidad de haber sufrido un
ictus y a procesarlas
7.
Clasificaba
documentos, material de vidrio, etiquetaba capsulas… Esta tarea la solía dejar
para el final de la jornada.
La indumentaria que
había que llevar era siempre la bata,
los guantes de nitrilo y en ocasiones una mascarilla. No se permitía llevar pantalones muy cortos o
faldillas, el pelo recogido para las mujeres,
no se podía acumular comida en los frigoríficos de los laboratorios…
Por último cabe a
destacar que las personas que trabajaron conmigo en el laboratorio fueron muy
amables, cordiales, muy simpáticos, con los que entablé gran amistad con ellos,
sumando que me gustaban mucho las labores que hacía en el centro , sin duda
una experiencia que volvería a repetir por que acabé conociendo muchas cosas
sobre esas enfermedades y el trabajo de los investigadores que formaban un gran
equipo con el centro y el hospital.